En un mundo puramente capitalista donde se ha vuelto tan importante la rapidez con la que se adquieren bienes inmuebles, el triunfo de una máquina doméstica que fabrica los objetos para evitar vernos obligados a comprarlo a un negocio era más que inminente. Ya apenas se aprecia la calidad de un objeto hecho a mano con precisión y esmero por parte de su ejecutor, más que nada por el estratosférico precio que puede llegar a tener. Se prefiere la inmediatez y el abaratamiento que brindan, en muchos casos, las impresoras 3D. Sistemas que solo están capacitados para diseñar, los profesionales que hayan estudiado un master en industria 4.0. ¿Quieres saber más? ¡Acompáñanos!

¿Qué es la impresión en 3D?

La impresión 3D es un grupo de tecnologías de fabricación por adición donde un objeto tridimensional es creado mediante la superposición de capas sucesivas de material. Las impresoras 3D son por lo general más rápidas, más baratas y más fáciles de usar que otras tecnologías de fabricación por adición, aunque como cualquier proceso industrial, estarán sometidas a un compromiso entre su precio de adquisición y la tolerancia en las medidas de los objetos producidos.

Las impresoras 3D ofrecen a los desarrolladores del producto la capacidad para imprimir partes y montajes hechos de diferentes materiales con diferentes propiedades físicas y mecánicas, a menudo con un simple proceso de ensamble. Las tecnologías avanzadas de impresión 3D pueden incluso ofrecer modelos que pueden servir como prototipos de producto.

La impresión en 3D suele utilizar el método de modelado por deposición fundida, una técnica de extrusión del plástico. La extrusión no es algo precisamente innovador, sino una forma de fabricación bastante antigua. Fue el sector alimenticio el primero que usó esta tecnología. Concretamente utilizaban cereal o patata, lo trituraban y conseguían una pasta moldeable. Gracias a un sistema de máquinas que soltaban una masa y unos tornos que daban molde a la misma, se conseguía realizar la extrusión.

En la impresión 3D, esta extrusión no funciona igual ya que la comida se cocina una vez moldeada. Una impresora 3D imprime directamente la forma sin usar moldes. El secado y fijación del material depende de la técnica concreta que use la impresora. Si estudias un master en industria 4.0 podrás profundizar sobre este tipo de materiales como son los termoplásticos, metales eutécnicos, fotopolímeros o aleaciones.

Aplicaciones de la impresión 3D

Medicina

Hace años que se consiguió la clonación de células y, gracias al 3D, las posibilidades se multiplican. Si el código ético de la medicina acaba permitiendo esta idea, al principio será muy caro e imperfecto (como suelen ser todas las invenciones nuevas), pero seguramente se consiga desarrollar hasta el punto en el que puede que desaparezca el término donante de órganos. Se fabricarán tejidos humanos para mejorar la curación de enfermedades o lesiones, y los diseños vendrán de manos de gente que haya acudido al master en industria 4.0.

Se ha conseguido imprimir una oreja en 3D que le ha sido implantada a un ratón y que, tras dos meses después de la operación, se ha mantenido en perfecto estado. Gracias a los avances tecnológicos, se ha podido mejorar la estructura para beneficiar un perfecto sistema de vasos sanguíneos.

Gastronomía

Desde hace ya unos 3 años, se utiliza la impresión 3D en el mundo de la gastronomía. Y te contamos por qué:

Recientemente, se ha comercializado una máquina con un aspecto semejante al de un horno o microondas llamada Foodini. Se trata de una impresora capaz de crear numerosas formas con hasta 5 tipos distintos de material alimenticio. No ha revolucionado bestialmente el panorama culinario, pero si que ha dado un gran paso para abrir camino a las futuras generaciones que estudien master en industria 4.0, y que pretendan mejorar este sistema de cocina.

Futuro de la impresión 3D

Si creías que la impresión en 3D era algo sin futuro, estabas muy equivocado. A medida que vaya pasando el tiempo y se vayan mejorando los sistemas de fabricación, estos acabarán siendo prácticamente autónomos. Una persona podrá conseguir miles de objetos al instante con un precio asequible. Además, se evitarán problemas excedentes de fabricación o fallos en las cadenas de fabricación.

En definitiva, plantéate estudiar el master en industria 4.0 y da un gran paso hacia tu futuro laboral. ¿A qué esperas? ¡Anímate!