A día de hoy todavía nos encontramos ante una primera generación de casos de uso para los contratos inteligentes, cuyo objetivo es mejorar procesos empresariales ya existentes. Pero también iremos viendo cómo gracias a estos “smart contracts” surgen nuevas ideas de negocio que hasta la fecha serían imposibles de llevar a cabo sin la integridad y seguridad que otorgan las tecnologías DLT (Distributed Ledger Technology). Es el caso del Blockchain. Por ello, vamos a mostrarte unos ejemplos de éxito de estos contratos inteligentes. Gracias a ello, vas a comprender por qué es importante estudiar Industria 4.0. ¡Allá vamos!
Ejemplos de contratos inteligentes
Las aplicaciones prácticas de los “smart contracts” varían dependiendo del uso que les dé cada sector. Eso sí, no hay que olvidar que las tecnologías DLT son muy nuevas y todavía estamos en una época temprana. Por ello, tienen un amplio margen de mejora. Aquí tienes los casos prácticos de contratos inteligentes.
1. Coches autónomos
Desde siempre se ha dicho que el coche es una de las peores inversiones que uno puede hacer. Que si pierde valor nada más sacarlo del concesionario, que si está más del 90% del tiempo sin moverse…¿Y si diéramos un giro de 180 grados? Todos hemos oído hablar del carsharing, donde el dueño comparte su coche y a cambio recibe una retribución. Aquí los contratos inteligentes podrían entrar en juego reteniendo la transacción una vez el cliente entre al coche y pagando al dueño una vez completado el recorrido.
Todo esto está genial pero ¿dónde hemos dejado el coche autónomo? Pues imagina exactamente lo anterior pero sin nadie que conduzca. Con la conducción autónoma, el dueño no tendría que preocuparse por nada. Sería el mismo coche el que gestionara los viajes de forma automática siguiendo los parámetros del contrato inteligente. Además, se recargaría solo, se pondría en contacto con el seguro en caso de accidente, e incluso dirigirse él mismo al taller. Increíble, ¿verdad?
2. Seguros
Continuando con la rama del automóvil, los contratos inteligentes han encontrado un compañero de viaje: los seguros de coche, salud u hogar.
Gracias a los contratos inteligentes se podría agilizar el proceso de verificación de datos del cliente. También ejecutar las cláusulas del seguro en caso de accidente, buscar lugar donde dormir en caso de no poder continuar el viaje, exigir indemnizaciones a las compañías de transporte, etc.
La ventaja es que el usuario queda en segundo plano, por lo que no existirían disputas con las aseguradoras. Las acciones serían más transparentes y la experiencia ofrecida sería más óptima.
3. Trazabilidad alimentaria
Con el blockchain y los contratos inteligentes, las cadenas de suministro podrán suministrar información acerca del tratamiento de los alimentos. Esta información llega a la entidad, y cuando el consumidor accede a ella, decidirá si está interesado en comprar o no.
Por ejemplo, en caso de que durante el transporte la temperatura haya descendido por debajo del valor recomendable, el consumidor tendrá noción de ello y tomará la decisión de comprar el producto o no. En éste caso se podría determinar las condiciones óptimas en el contrato inteligente y variar el precio final dependiendo de si se cumplen o no dichas condiciones del contrato.
4. Patentes
El blockchain puede ayudar en la creación de patentes. En concreto, cualquier empresa podrá hacer uso de ellas siempre y cuando firmen con la entidad legítima propietaria dentro de un contrato inteligente los permisos y empleo de la patente.
Se podrá verificar de forma muy fácil el cumplimiento del uso de la patente y automatizar el proceso de terminación e incumplimiento de los derechos sobre la patente.
5. Sistema de votaciones
Pese al avance tecnológico que hemos vivido, todavía no se había encontrado forma de crear y verificar la entidad de un votante y guardar su voto de forma segura e inalterable. Todavía en el 2018 seguimos votando con papel y hace falta la presencia de los miembros de la mesa electoral para validar el proceso de votación, pero esto no es seguro ni eficiente.
Con los “smart contracts” podemos redactar una votación de forma que demos permisos a cada uno de los votantes y solo pueda votar una vez. El voto electrónico se había planteado anteriormente pero se podría alterar el resultado final dentro de una base de datos, blockchain junto a los “smart contracts” soluciona esta problemática.
Hasta aquí los primeros ejemplos de contratos inteligentes. Si te ha parecido interesante, te recomendamos formarte en blockchain y disfrutar de las ventajas que tiene esta tecnología emergente. Si tienes alguna duda, aquí estamos para lo que necesites. ¡Contacta con nosotros! Y prepárate para ser uno más de la Industria 4.0.