La Industria 4.0 está creciendo de manera exponencial. Cada vez son más y más las empresas que deciden mecanizar sus procesos de fabricación introduciendo todo tipo de tecnología robotizada que se amortiza en pocos años y acaba saliendo mucho más rentable que la contratación directa de personal humano. Ahora bien, ¿cuáles han sido las claves de esta transformación digital?
¿Como lo han determinado?
Es cierto que en Estados Unidos están más capacitados para la reconversión industrial. Sin embargo, Europa trata de seguir la estela y España es uno de los países que se esfuerza por ello. La consultora española CMC ha advertido del riesgo que están asumiendo las empresas nacionales, al dejar de lado la seguridad que debería acompañar a los proyectos de Industria 4.0.
La consultora ha realizado un estudio en el que ha revelado que un 90% de las empresas que han encaminado su dirección hacia la Industria 4.0, no han tenido suficientemente en cuenta la seguridad. Lo extraño es que también dice el estudio que un 69% de los responsables de seguridad de estas empresas industriales, consideran que las amenazas a los sistemas de control de los mecanismos industriales, son elevadas y críticas. Aun siendo conscientes en su mayoría, de los riesgos que supone esta adaptación de la fabricación, probablemente no sepan como encarar el problema con soluciones factibles y viables.
La consultora propone dos principios: la resiliencia tecnológica y la continuidad del negocio. “Ante cualquier cambio y a diferencia del concepto de resistencia, la resiliencia tecnológica implica mutar en aras de la adaptación y eso es justamente lo que exige a las organizaciones industriales la transformación que implica entrar a jugar y asegurar su capacidad competitiva en la liga de la Industria 4.0” ha afirmado Emeterio Cuadrado, que ostenta el puesto de director de la unidad de Seguridad de Grupo CMC.
La seguridad industrial por norma general
La seguridad en ámbitos industriales suele configurarse de la siguiente manera:
Existen siete capas compuestas para el correcto funcionamiento de la industria. Por un lado, la capa la corporativa, que requiere el cumplimiento de la normativa y los procedimientos de actuación para ser indemne. La capa de datos, por su parte, descansa en el cifrado y asegurar la navegación segura. Mientras, la capa de aplicaciones debe empezar por la programación segura y servicios como ADAM (Active Directory Application Mode).
En cuarto lugar está la capa de host que exige copias de seguridad y roles de acceso. Le sigue la capa de perímetro, donde CMC aboga por el uso de Sistemas de Control Industrial con reglas de filtrado. Mientras que la capa de comunicaciones pasa, entre otras medidas, por la segmentación o el uso de listas de control de acceso (ACLs). Finalmente, tenemos la capa física o de red. Es la más crítica, pues el 44% de los responsables de seguridad de las empresas industriales consideran que la integración de nuevos dispositivos sin capacidad de protección es el principal vector de amenaza a sus Sistemas de Control Industrial (ICS).
Por último, el director de la unidad de negocio IoT de Grupo CMC, asegura que la Industria 4.0 es mucho más que la robotización. Considera que la seguridad es crucial si verdaderamente se desea que la empresa funcione y consiga buenos resultados.
¿Cómo evitar todo esto?
Para llevar a cabo una transformación digital eficiente, es necesario que se produzca en todos los niveles de la empresa. De no ser así, partes de la empresa podrían estar en peligro. En el caso de no velar por la ciberseguridad, estaremos vulnerables a ataques de hackers. Por ello, la Industria 4.0 ha llegado con los principios claros: hay que hacer que llegue en todos los sentidos.